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Fintech: tecnología financiera del mañana

Cuando hablamos de finanzas, en líneas generales, nos referimos a temas como optimización de flujos de dinero, caja, financiación, inversiones, cobros, balanza de pagos, liquidez, entre otros que han ido surgiendo, con la entrada de las nuevas tecnologías al mundo empresarial, las cuales han otorgado diversas herramientas para la gestión financiera.

Aunque hoy día esos siguen siendo temas importantes, desde el punto de vista de la gestión financiera, sobre todo en el caso de nuevos modelos de empresas emergentes (startups), la atención parece estar enfocada en otros aspectos más allá de las preguntas tradicionales: ¿cuál es la mejor opción para invertir?, ¿es rentable esta inversión?, ¿tenemos liquidez?, ¿estamos bien financieramente? La pregunta ahora es: ¿tenemos la tecnología financiera que requerimos?

Qué son startups

Las startups son una son formas de organización empresarial emergente, que puede experimentar un fuerte y rápido crecimiento, gracias a que introducen una innovación, la cual suele estar basada en software o desarrollo y aplicación de NTIC; aunque esto último no es una condición indispensable, la mayoría de esas organizaciones empresariales que llamamos startups están relacionadas con la parte informática.

Muchas de estas grandes empresas y corporaciones, cuyos nombres relacionamos con las nuevas tecnologías, nacieron en cierto modo como startups: Facebook, Google, Instagram, la misma Microsoft. ¿Qué tienen ellas en común entre sí y con las demás startups? Veamos sus características:

  • Son totalmente innovadoras, crean una fórmula nueva para hacer algo, incluso algo que no existía.
  • Comienzan con un equipo de trabajo que son a la vez sus propios jefes; o sea, su organigrama es completamente horizontal.
  • La inversión inicial es mínima y por lo general la hacen los mismos trabajadores, dueños de la idea.
  • Los costes de funcionamiento son bajos; no es extraño que comiencen en un garaje. En algunos casos, ni siquiera están físicamente juntos los trabajadores: cada uno puede hacer su labor de manera remota.
  • Usan intensivamente las TIC, dependen de estas.
  • Su éxito se basa en el descubrimiento y explotación de un nicho de mercado de gran potencial.

Startups y finanzas

De acuerdo con todo esto que acabamos de ver, una startups evidentemente no es la típica empresa que comenzamos con una inversión inicial, suscribiendo un capital, definiendo el valor de las acciones o de las cuotas de participación. Aquí suele suceder todo un poco al revés.

Del mismo modo, éxito de las startups no se mide financieramente, sino en términos de potencialidad e impacto (p. ej. usuarios activos). Sin embargo, startups ser es solo una fase: muchas (se estima que entre el 80 y 90%) fenecen; las que sobreviven, se convierten en otra clase de organizaciones, que es cuando encuentran una financiación externa, los llamados business angels.

Finance + Technology = Fintech

En este contexto tan tecnologizado, no solo de redes sociales viven las startups. También de finanzas. En un sentido amplio, el término fintech abarca toda aquella actividad en la que se aplican las nuevas tecnologías a actividades financieras y de inversión, sea cual sea el área.​ Fintech, en suma, abarca nuevas aplicaciones para las finanzas, asesorías en cuanto a procesos, nuevos productos financieros y nuevos modelos de negocios en servicios financieros, todos puestos a disposición del usuario o de las empresas a través de la Red.

Generalmente son startups, conformadas por profesionales expertos tanto en finanzas como en nuevas tecnologías, las que ofrecen estas herramientas tecnológicas financieras, que pueden ser tanto productos como servicios, brindando ayuda en relación con el manejo del dinero u ofreciendo oportunidades de inversión. De esta manera, las fintech ofrecen algunas herramientas que ya proporcionan los bancos tradicionales en sus plataformas online, pero otras no; en tal sentido, están abriendo nuevos horizontes y alternativas.

Qué ofrecen las fintech

Los productos, servicios y herramientas que proporcionan las fintech abarcan distintas ramas de la actividad financiera. Entre estos se pueden mencionar:

  • Financiación para empresas emergentes y Pymes.
  • Préstamos personales y para empresas.
  • Préstamos entre empresas.
  • Asesoramiento para inversiones.
  • Plataforma de inversión (a modo de bolsa de valores)
  • Fondos de pensiones, de retiro, de ahorro para estudiantes.
  • Banca comunitaria.
  • Transferencias de fondos.
  • Pagos y cobros a través de banca electrónica.
  • Cambio de divisas.
  • Envíos de remesas.
  • Monedas virtuales, compra, venta, asesorías.
  • Microcréditos, para adquisición de equipos de computación, video, telefonía…
  • Asesorías para finanzas personales.
  • Plataforma de análisis financieros.
  • Asesorías y análisis en inversión inmobiliaria.
  • Comparadores lending.
  • Crowdlending: financiamiento a proyectos a través de grupos de inversión.
  • Crowdfunding (micromecenazgo): red de financiamiento para donaciones económicas de forma altruista, con posibilidades de exención de impuestos para los donantes. Se financian principalmente proyectos artísticos (obras, películas), pero también de interés social (escuelas, albergues), deportivos, entre otros.
  • Financiamiento de Capital para empresas.
  • Domiciliación de Pagos
  • Plataformas de Pago
  • Neobanks y Challenger Banks

Por todas esas posibilidades que ofrecen, adaptadas a las necesidades de cada usuario y empresa, las fintech son la tecnología financiera del futuro, pero ya disponibles en el presente.

BAX: la financiación empresarial que necesitas para tu negocio

Fintech: tecnología financiera del mañana

¿Sabías que actualmente está en auge el intercambio comercial entre empresas? BAX se ha sumado a esta importante iniciativa, ya que nuestra empresa cree firmemente en que esta es una excelente forma de fomentar la economía en cualquier país.

¿Qué es BAX?

Somos una importante plataforma que funciona como red de negocios a fin de darte la oportunidad de comprar y pagar con productos y servicios. Nos esforzamos por promover el canje empresarial, al que también se le conoce como Barter.

Si no sabes mucho al respecto sobre este método de pago intuitivo te lo explicamos a continuación. Es vital que recuerdes que si tienes Pymes o una empresa que cuenta con pocas posibilidades de financiación de operaciones, nosotros somos lo que necesitas.

¿Qué es Barter?

Puede definirse como una nueva modalidad que se basa en el comercio de compensación. Esto quiere decir que el importador y el exportador intercambian los bienes que poseen sin necesidad de movilizar ningún tipo de fondos, lo que te permite invertir tu dinero de otra manera.

Claro está, se trata de un negocio formal en el que se lleva a cabo un contrato. En este se especifica claramente la calidad y cantidad de los bienes que se intercambian, sin valorarlos de forma monetaria. De este modo se lleva a cabo el trueque para dar satisfacción a ambas partes.

¿Por qué BAX es lo que necesitas?

Estamos a tu disposición. Nuestros servicios te ayudarán a realizar:

  • Intercambio de bienes
  • Transacciones comerciales con otras empresas
  • Recibir bienes que ayuden a tu empresa a crecer más
  • Ahorrar dinero
  • Aumentar la cantidad de clientes
  • Mejorar el flujo de tu dinero

¿Verdad que somos lo que necesitas? Notarás que en poco tiempo tu empresa se catapultará de manera extraordinaria, sin importar el tipo de sector en el que operes: tenemos para ti todo lo que necesitas.

¿Cómo funciona BAX?

Bantex es una empresa legal que funciona empleando una moneda de cambio interna. Esta es propia, lo que quiere decir que está desarrollada de forma exclusiva para empresarios locales y comerciantes.

La moneda se llama Bax. Su funcionamiento es óptimo y válido dentro de la plataforma. Ofrece la valiosa ventaja de ayudar a los empresarios a intercambiar servicios entre sí, garantizando la efectividad de facturaciones disponibles entre el 3 y el 5%. Ten la seguridad de que verás crecer tu negocio de manera única en menos de lo que esperas. ¿Te gustaría contactarnos? Déjanos tus datos y en poco un operador te atenderá.

De la economía competitiva a la economía colaborativa

De la economía competitiva a la colaborativa

Durante mucho tiempo ha prevalecido la idea de que es el más apto el que sobrevive en la naturaleza; aunque comúnmente se ha pensado también que apto significa fuerte, confundiendo ambos términos, que en realidad no son sinónimos. Del mismo modo, se ha pensado que esto que se cumple en la naturaleza se debe cumplir también en los seres humanos, en la sociedad y de un modo particular en la economía, con la competencia entre empresas. Sin embargo, estas ideas que aquí examinamos no son más que creencias que no tienen por qué tenerse como regla infalible, en el mundo natural, en el mundo empresarial y en la sociedad humana en general.

La ley del más fuerte

La tesis del más fuerte como el más apto es una generalización, o quizás tergiversación, de las teorías de Darwin y de Spencer en relación con la supervivencia de las especies y con la llamada selección natural, que sería la explicación de por qué unas se extinguen y otras no. En virtud de esto, se ha pensado que la forma más segura de sobrevivir, ya sea que se trate de países, naciones, organizaciones o individuos, es acabando con los otros que pueden ser nuestra competencia, que pueden disputarnos los recursos que necesitamos para vivir.

Así, competir, en la naturaleza o en la economía viene a ser más o menos lo mismo; significa controlar los recursos que me alimentan, pero asegurándome de que yo tenga todo lo que quiero sin importar los otros. En teoría, se piensa que las plantas compiten por la luz (aunque hay unas que viven a la sombra); que los depredadores compiten por la comida (aunque muchos cazan en grupos o en manada).

Esta idea está tan arraigada, que desde la más temprana educación se fomenta. Las calificaciones son una forma de competencia, que demuestra quién es o será el más apto y logrará triunfar, ingresar en una universidad, obtener un puesto de trabajo en una organización prestigiosa; o crear una empresa competitiva. Es decir, desde muy niños se nos enseña que tenemos que competir, porque en el mundo no hay de todo para todos y solo el más fuerte es el que sobrevive.

La competencia empresarial

En el caso de las empresas, la competencia es por el mercado, por los clientes, por asegurarse que estos compren su producto y no el de la otra empresa, que vende algo similar (competencia directa) o que cumple las mismas funciones (competencia indirecta). Luego, para asegurar su supervivencia, las empresas tienen que ser como el depredador más fuerte; incluso, si fuera el caso, llegar a despedazar al rival, para no dejarle ni un desecho de esa presa apetecible que es el mercado.

En función de esto, los teóricos de la economía y la mercadotecnia formulan teorías acerca de cómo comprender el mercado, cómo potenciar nuestras capacidades para convertirnos en el más fuerte y competitivo y acabar con los menos aptos. Hay estudios, investigaciones van y vienen, y todas refuerzan la idea de que si no te haces fuerte o competitivo en el mercado no lograrás cazar la presa y sucumbirás; serás el perdedor en la competencia y morirás de inanición, como el tigre en el desierto.

La supervivencia del más colaborativo

La pregunta es: ¿y si nos hemos estado equivocando y no son exactamente los más fuertes los que siempre sobreviven? Y es que, en verdad, ¿todas las especies compiten? Pues, la verdad sea dicha, de acuerdo con autores de la talla de Fritjof Capra, los organismos colaborativos pueden ser tan o más aptos para sobrevivir que aquellos tenidos simplemente por los más fuertes. Es el caso de lo que sucede, por ejemplo, con las bacterias; que han sobrevivido en este planeta más que los grandes depredadores, gracias a una cualidad que las distingue: las bacterias han desarrollado mecanismos para intercambiar información genética, no de una generación a otra, sino de un individuo a otro, horizontalmente; transmiten la información al que está al lado, este al que sigue y así sucesivamente.

Como resultado de esta habilidad, las bacterias del mundo tienen acceso a un banco genético común, lo cual les provee de los mecanismos de adaptación. Y por ello son las que dominan el planeta. Están en todas partes. Han estado aquí desde siempre. Estaban aquí antes que nosotros y seguirán estando. Son un modelo de eficiencia biológica, a la vez que la base de la vida más compleja, y ni siquiera tienen que competir entre ellas. Se ayudan unas a otras a sobrevivir, porque eso repercute en su beneficio. Esto es algo similar a lo que ocurre en una economía colaborativa, como veremos a continuación.

Economía colaborativa

Los términos economía colaborativa, economía de intercambio o economía compartida, suelen ser usados con frecuencia como sinónimos. Aunque no hay un acuerdo unánime en torno a lo que esta significa, no hay dudas de que, en los actuales momentos, estamos ante la presencia de un fenómeno, apuntalado por las nuevas tecnologías de la comunicación. Este fenómeno en la economía se traduce en uso de dichas tecnologías a los fines de poner información a disposición de las personas o empresas, de manera que se propicie una optimización de los recursos, a partir de la mutualización del exceso de capacidad en bienes y servicios.

Aunque también puede haber organizaciones y empresas que operan colaborativamente sin transacciones en línea, dentro de una economía colaborativa el flujo de información es fundamental, por lo que, además de los sujetos del intercambio (sea empresa-empresa o empresa-persona), la participación de sitios webs, principalmente plataformas, es clave; pero si y solo sí este sitio o plataforma no es a su vez un espacio creado con fines de lucro, porque entonces ya no se hablaría propiamente de economía colaborativa en el sentido estricto del término.

Lo fundamental en este proceso es que la economía colaborativa abarca una amplia gama de estructuras, individuos y organizaciones cuyo afán es cooperar; y aunque logran un lucro, este es el resultado de una alianza en términos ganar-ganar, antes que el competir en su más pura esencia; por lo cual no resultaría extraño que dos organizaciones, que en el mercado real serían competidoras, en una economía colaborativa establezcan una alianza para realizar una labor conjunta que les reporte beneficios a ambas.

Por otro lado, la economía cooperativa proporciona una amplia información que se traduce en más y mejor acceso a una gran variedad de ofertas de productos, bienes, servicios, incluso talento humano. Dado que la economía colaborativa es autorregulada, los individuos y empresas que participan activamente como usuarios y proveedores, prestamistas o prestatarios, se organizan en esquemas de intercambio, donde prevalecen los principio de equidad, cooperación, horizontalidad y, sobre todo,

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