fbpx

La pesadilla del crédito empresarial

crédito empresarial

Cuando tenemos una necesidad impostergable en nuestra organización, debemos hacer frente a una obligación, reparar o reponer algún equipo costoso o, simplemente, queremos crecer o reinvertir, pero nos encontramos en una situación de falta de liquidez, donde lo que tenemos disponible es para hacer frente a nuestras obligaciones más inmediatas, surge al parecer, como única alternativa posible, solicitar un crédito ante una institución financiera. Respiramos profundo, nos persignamos (si somos católicos y, si no, también) y nos dirigimos a una agencia bancaria cercana, más llenos de temores que de esperanzas. Así suele comenzar lo que para muchos es una auténtica pesadilla.

El embrollo de los créditos

En relación con las solicitudes de créditos para empresas, ante instituciones bancarias, se generan problemas de diversa índole. En principio, con todos los trámites que hay que realizar y los requisitos que hay que consignar; aunque de acuerdo con las informaciones que brinda cualquier página de una banca, se podría pensar que este será un proceso amigable. No hay dudas de que se trata de empresas serias; pero, como tienen que también responder a una directiva y a una junta de accionistas, respaldarse ante cada desembolso, garantizar el retorno, asegurar una ganancia, el proceso de solicitud y aprobación de crédito se convierte en un maratón a través de un estrecho callejón.

En segundo lugar, está el problema del tiempo: nuestras necesidades son perentorias, impostergables, ya que guardan relación con nuestros procesos de producción o representan verdaderas oportunidades que no podemos dejar pasar; por contrapartida, todo en el proceso de solicitud de aprobación de un crédito parece estar hecho para retrasar lo más posible los trámites, por asuntos que en verdad pueden resultar a la larga insignificantes. Pero, ¿qué hacer? La burocracia, pública o privada, es así; siempre ha sido así. Si nos enfrentamos a ella, sabemos lo que nos espera.

Una vez aprobado el crédito, cuando esto ocurre, cuando al fin esto ocurre, el problema adicional viene luego al descubrir que hemos corrido en parte la arruga, es decir, resolvimos un problema inmediato; pero a veces nos damos cuenta de que, cuando hay que pagar una cuota, nuestra liquidez se vuelve a afectar y comenzamos a hacer como el malabarista en la cuerda floja que arroja hacia arriba las bolas, los pines y los platos.

Otras alternativas de crédito y financiamiento

Pero, si no son los créditos bancarios, entonces, ¿qué podemos hacer?, aparte de no halarnos los cabellos y tratar de permanecer en calma y no caer en manos de una persona particular, que puede pedirnos el alma de la empresa a cambio del dinero que necesitamos para hacer frente a nuestras obligaciones, comprar los equipos, repararlos, reinvertir, pagar esa mercancía que está por ingresar… En fin.

Hoy día existen varias alternativas de crédito y financiamiento para empresas, que no son las de la banca tradicional. Están, por ejemplo, los préstamos entre particulares y empresas, que son los llamados peer-to-business lending, p2b Lending o también crowdlending, donde una comunidad de prestamistas (pueden ser particulares o empresas) financian a Pymes, a través de préstamos o créditos; claro que tales prestamistas invierten su capital a cambio de una ganancia, que está constituida, en este caso, por el interés del crédito.

La ventaja, desde el punto de vista del solicitante, es que los trámites pueden ser menos engorrosos y el proceso menos lento. Desde el punto de vista del prestamista, la plataforma es la intermediaria que puede garantizar el retorno de su inversión. En ambos casos, la plataforma regula, evitando la usura.

Otras alternativas para no perder la liquidez

Cuando acudimos a una institución bancaria a solicitar un crédito para poder responder a una situación por nuestra falta de liquidez, estamos haciendo lo que a menudo el ser humano hace al enfrentar un problema: atacando la consecuencia (perdida de liquidez o necesidad de dinero) y no la causa (qué es lo que hace que no tengamos liquidez). Si prestamos atención a esto y nos enfocamos, nos alineamos en una estrategia que apunte a evitar pérdida de liquidez, veremos que no es necesario caer en todos estos problemas de los que hablamos al inicio.

Entonces, lo principal en lo que hay que pensar en realidad es esto: ¿cómo evito la pérdida de liquidez? Hoy día, existen diversas alternativas también para ello, no solo para solicitar un crédito, sino incluso para no tener que solicitarlo. Se trata de plataformas de comunidades de empresas, como las Marketplace de comercio electrónico empresarial, donde las afiliadas pueden hacer transacciones, intercambiando, por ejemplo, bienes, productos y servicios, sin gastar su dinero, esto es, sin afectar su liquidez.

Henry Ford dijo en una ocasión que no importa dónde te metas, tarde o temprano serás deudor o acreedor de alguien. Pero, con este tipo de plataformas marketplace, al parecer comprometerse con un crédito, en los términos tradicionales, no tiene por qué ser una pesadilla inevitable.

¿Es posible una economía sin dinero?

Economía síin dinero

De entrada podemos afirmar que esta interrogante la podemos convertir fácilmente en una afirmación y decir que sí, es posible o ha sido posible una economía sin dinero. De hecho, el dinero es una invención relativamente reciente, mucho más reciente que la sociedad, la civilización o la economía, ya que las primeras sociedades humanas se organizaron hace decenas de miles de años y las primeras civilizaciones se establecieron hace por los menos 10.000.

Y de algún modo, estas sociedades y civilizaciones debían tener un modo de organización de sus valores de uso y sus valores de cambio, una racionalización de sus recursos para satisfacer de un modo sostenible sus necesidades, entre otras cosas; y eso es economía. Pero, vayamos por parte y comencemos desde el principio, reflexionando en torno a cómo y por qué surge el dinero, para entender su importancia, que sí la tiene, aunque no sea totalmente indispensable, como veremos luego.

El nacimiento del dinero

Se atribuye a Giges, rey de Lidia el haber acuñado la primera moneda, hecho que ocurrió hacia el año 620 a.C. Posteriormente, en el siglo III de nuestra era, el emperador romano Diocleciano es uno de los primeros en tratar de establecer una política monetaria en la que se fijara adecuadamente el valor del sestercio, con la intención de estabilizar la misma, debido a que aún dentro del Imperio se habían acuñado y circulaba tal diversidad de monedas,  que su valor se había devaluado mucho; claro que detrás de esta medida estaba la necesidad de tratar cubrir un déficit fiscal, en cuanto al funcionamiento del aparato público en general y del ejército en particular.

Luego, a pesar de la existencia de monedas, durante la edad media y el renacimiento, los artesanos, sobre todo dentro de un mismo gremio, a menudo intercambian mercaderías o mano de obra, para facilitar las transacciones, sobre todo por el hecho de que no había una moneda fija y los cambistas debían intervenir, tomando a menudo un porcentaje de las ganancias para sí. Claro, al momento de vender sus mercancías al público en general, las operaciones se tenían que hacer con moneda local, emitida dentro del reino o burgo.

No es sino hasta el siglo XIX cuando se establece la fijación del llamado patrón oro, para evitar precisamente conflictos en cuanto al valor de una moneda y otro. Y, finalmente, con el acuerdo de Breton Woods, en 1944, se establece el dólar como patrón de referencia. Esto quiere decir que durante muchos siglos hubo economía sin moneda, sin una moneda fija y/o sin un patrón de referencia claramente establecido. Pero, seguía habiendo comercio e industria.

¿Y cuál es el problema con el dinero?

El dinero ha venido a facilitar las transacciones comerciales, en la medida que simplifica las operaciones mentales que tendríamos que hacer para saber cuántos fardos de lana equivalen a un buey o cuántos bueyes equivalen a un fardo de lana. En el supuesto de que unos y otros estuvieran interesados en los bueyes o en la lana. Teniendo el dinero, se evitan así conflictos de varios tipos: operaciones engorrosas, que el vendedor no esté interesado en la mercancía que ofrece a cambio el comprador. El dinero es un valor de cambio casi absoluto.

Ahora bien, el principal bemol de una economía basada en el dinero es que las organizaciones a menudo necesitan del mismo para poder realizar inversiones y operaciones, y lo necesitan de inmediato; más bien, necesitan aquello que el dinero puede comprar, como tuberías para una caldera; pero no lo poseen y, por lo tanto, tienen que detener sus procesos hasta que puedan resolver sus problemas de liquidez, convertir mercaderías en dinero, peor aún, solicitar préstamos, y así volver a iniciar las operaciones fabriles. Toda una pérdida de tiempo.

El problema real con el dinero, para el ciudadano común y para las empresas, incluso para los gobiernos, se llama entonces liquidez, que es en teoría la capacidad para hacer frente a las obligaciones financieras, a la vez que la cualidad de los bienes para ser convertidos en dinero efectivo de manera inmediata sin pérdida de valor; lo que también significa sin pérdida de tiempo, porque una cosa afecta la otra. Combinando ambas ideas, la liquidez para una empresa sería su capacidad para convertir rápidamente activos en efectivo. De ello depende a menudo su supervivencia. Aunque no tendría por qué ser necesariamente así.

Economía sin dinero

En estos momentos tal vez usted necesita salir a comprar algo de pan; pero no tiene efectivo en su cuenta de banco. ¿Qué hacer? Puede vender el vehículo, pero sería demasiado dinero el que le quedaría después de comprar el pan; además, se quedaría sin un vehículo que tal vez va a necesitar. Por último, el proceso de vender el vehículo puede no ser tan rápido como para satisfacer su perentoria e impostergable necesidad de comer. Pero, si resulta que el panadero tiene problemas con el transporte y usted puede ayudar a solucionarlos, tal vez él no tenga que buscar efectivo para paga un taxi y usted tampoco para comprar el pan.

Esto es un modo simplificado de explicar el asunto, pero sabemos que en nuestra sociedad la economía es más compleja: por un lado está el hecho de que no solo de pan vive el hombre, es decir, usted también tiene que comprar leche, quesos, huevos, jamón; y el panadero necesita, aparte de transporte, insumos, equipos, pagar sueldos, impuestos… Además, no solo están ustedes dos en este universo: hay cientos, miles, millones de personas, con diversas y variadas necesidades, y ponerse de acuerdo entre todos puede no ser algo fácil.

¿O sí? ¿Puede haber una manera de simplificar un poco todo este asunto para poder mantenernos sin problemas de liquidez, incluso si no tenemos tal liquidez? Claro que lo hay. Para eso son las nuevas tecnologías. Si podemos entrar en una plataforma para encontrar un alma gemela, ¿cómo no vamos a encontrar a alguien que necesite unos libros (que sí tengo) y que me proporcione una llave de tuberías (que necesito)? Es así en las llamadas plataformas de Marketplace, donde se establecen interacciones comerciales B2B (entre empresas), para intercambios de bienes, productos y servicios, sin afectar su liquidez.

Conclusión

Se aclara que en estas líneas hemos querido reflexionar un poco sobre lo que sucede en una economía sin dinero en lo absoluto aunque esto no significa “sin dinero en efectivo”, que es un fenómeno habitual hoy día, con los pagos electrónicos. En todas las formas de pago electrónico sigue habiendo un medio de pago con un patrón único o unificado, incluso si se trata de moneda electrónica, y sigue existiendo el problema de la liquidez. O sea, no se elimina del todo el problema, solo se mete el polvo debajo de la alfombra.

Ahora bien, tenemos también que mantener la perspectiva, porque una cosa es una economía sin dinero en sociedades menos complejas, como las tribales, y otra en las circunstancias actuales. Para matizar un poco la afirmación del inicio, quizás no sea posible una economía totalmente sin dinero, pero sí es posible simplificar algunos procesos, evitando la pérdida de liquidez, para concentrar los esfuerzos financieros de las organizaciones en la inversión-reinversión.

Gracias a sistemas como las llamadas plataformas Marketplace B2B, las cuales simplifican los procesos de flujo de información, ahorrando tiempo; sobre todo, su mayor ventaja es que las empresas consiguen mucho de lo que necesitan sin afectar su liquidez

BAX: la financiación empresarial que necesitas para tu negocio

Fintech: tecnología financiera del mañana

¿Sabías que actualmente está en auge el intercambio comercial entre empresas? BAX se ha sumado a esta importante iniciativa, ya que nuestra empresa cree firmemente en que esta es una excelente forma de fomentar la economía en cualquier país.

¿Qué es BAX?

Somos una importante plataforma que funciona como red de negocios a fin de darte la oportunidad de comprar y pagar con productos y servicios. Nos esforzamos por promover el canje empresarial, al que también se le conoce como Barter.

Si no sabes mucho al respecto sobre este método de pago intuitivo te lo explicamos a continuación. Es vital que recuerdes que si tienes Pymes o una empresa que cuenta con pocas posibilidades de financiación de operaciones, nosotros somos lo que necesitas.

¿Qué es Barter?

Puede definirse como una nueva modalidad que se basa en el comercio de compensación. Esto quiere decir que el importador y el exportador intercambian los bienes que poseen sin necesidad de movilizar ningún tipo de fondos, lo que te permite invertir tu dinero de otra manera.

Claro está, se trata de un negocio formal en el que se lleva a cabo un contrato. En este se especifica claramente la calidad y cantidad de los bienes que se intercambian, sin valorarlos de forma monetaria. De este modo se lleva a cabo el trueque para dar satisfacción a ambas partes.

¿Por qué BAX es lo que necesitas?

Estamos a tu disposición. Nuestros servicios te ayudarán a realizar:

  • Intercambio de bienes
  • Transacciones comerciales con otras empresas
  • Recibir bienes que ayuden a tu empresa a crecer más
  • Ahorrar dinero
  • Aumentar la cantidad de clientes
  • Mejorar el flujo de tu dinero

¿Verdad que somos lo que necesitas? Notarás que en poco tiempo tu empresa se catapultará de manera extraordinaria, sin importar el tipo de sector en el que operes: tenemos para ti todo lo que necesitas.

¿Cómo funciona BAX?

Bantex es una empresa legal que funciona empleando una moneda de cambio interna. Esta es propia, lo que quiere decir que está desarrollada de forma exclusiva para empresarios locales y comerciantes.

La moneda se llama Bax. Su funcionamiento es óptimo y válido dentro de la plataforma. Ofrece la valiosa ventaja de ayudar a los empresarios a intercambiar servicios entre sí, garantizando la efectividad de facturaciones disponibles entre el 3 y el 5%. Ten la seguridad de que verás crecer tu negocio de manera única en menos de lo que esperas. ¿Te gustaría contactarnos? Déjanos tus datos y en poco un operador te atenderá.

No te quedes sin abrir tu cuenta en BAX! Recuerda, en BAX canjeas tu inventario quieto, espacio vacío, tiempo libre o capacidad sin usar para obtener productos o servicios necesarios para financiar tu negocio, sin dinero de por medio. Y totalmente gratis! Accede a todos los beneficios y obtén un cupo inmediato para compras dentro de BAX:

Hola! Chatea con nosotros